martes, 7 de febrero de 2012

La Procesión va por dentro



Me desinflo como un globo, me desinflo como un globo es el mantra que repito incesantemente por estos días de calor, pesadez y humedad, pero parece que no soy buena para visualizar. Por lo menos no si no tengo a mano alguna de las 2 armas secretas para embellecer de adentro hacia afuera que prometí compartir con ustedes tiempo atrás (tardo, pero cumplo). Voilá:

1. Ni verde, ni rojo, ni violeta: la verdad de la milanesa es el té blanco.



Atiborrado de antioxidantes y otros menjunjes benéficos, este té tiene la alucinante propiedad de conducirnos derecho al tocador segundos después de ingerir una taza (juro que es cierto). No será romántico, pero la sensación de liviandad es real y absoluta y preferible a cualquier ramo de flores. No es tan fácil de conseguir como sus parientes de otros tonos, eso sí. Y evidentemente la voz se está propagando, porque la última vez que fui al Barrio Chino a por él las gauchas bolsitas de 100 grs ($15) habían desaparecido, tristemente reemplazadas por coquetas cajitas de 50 grs ($35). Igual vale la pena.


2. No saben lo que me costó hacer esto... y encima funciona.



Seguramente habrán oído hablar del Dr. Perricone, dermatólogo de las estrellas, célebre entre otras cosas por la creación de una dieta de 3 días destinada a mejorar radicalmente el aspecto de la piel (Una versión posible, aquí). Bueno, pues hete aquí que la piedra basal de dicha dieta es el salmón, y hete aquí también que la sucursal del supermercado Disco aledaña a mi domicilio laboral oferta 100 grs de salmón ahumado por sólo $19,99. Vean las cosas que hago por ustedes. La conclusión de mi trabajo de campo (ejem) indica que el asunto funciona, realmente la piel luce más descongestionada y uniforme, se atenúan las rojeces y se incrementa la luminosidad. Y eso que no seguí las instrucciones al pie de la letra (léase no me comí la omelette de claras, que no soy Rocky Balboa). ¿Si me llenaba con 100 grs de pescado? No, pero en eso consiste una dieta, no nos llamemos a engaño. Además de que creo recordar haber compensado alguna vez el digamos "déficit de saciedad" con un Mantecol. Grande. Sólo para que vean cuán poderoso es el salmón.

¿Y ustedes? ¿Qué hacen por dentro para verse bellas por fuera?

¡Nos leemos!
 

Made by Lena