jueves, 23 de junio de 2011

Almacén de Glamour responde (cual Doctora Corazón)

Entrada más que breve para comunicarnos mejor: para poder responder con precisión, propiedad y en forma personalizada las consultas que suelen dejarme en los comentarios de cada post, les propongo que las dejen en cambio en el muro de ADG en Facebook,

Almacén de Glamour

donde, prometo, serán respondidas con rapidez, eficacia y buen humor. En cuanto pueda colocaré en el blog la insignia de FB para acceder desde allí, pero por el momento Blogger se muestra tenazmente contrario a la idea. Espero también que me devuelva pronto la mascota del blog y el banner publicitario del lateral derecho del mismo. Habrán notado ya el vacío y la nada que imperan en dicha zona:sepan que no es angustia existencial sino mala voluntad del HTML.

Quienes no tengan FB ni lo quieran tener pueden escribirme a almacendeglamourblog@gmail. com

¡Nos vemos!

miércoles, 15 de junio de 2011

Tallar la luz: Anton Hirzinger en Buenos Aires

"El cristal es mi vida" define, sencillo y contundente, Anton Hirzinger, austríaco y diseñador de la firma Swarovski. La mente y el corazón detrás de esas piezas de luz tallada que derriten todo razonamiento y que, simplemente, queremos tener:











En un alto en su gira latinoamericana, Almacén de Glamour pudo entrevistar a este hombre de modos suaves que se transforma cuando habla de su pasión por el cristal. En el primer piso del Hotel Four Seasons, transformado en zoológico encantado por las delicadas creaciones de Anton, la vedette absoluta de la tarde fue Siku, la tierna osa polar mamá de dos hermosos cachorros que el diseñador imaginó para plasmar la emoción que los animales le inspiran. Y, también, para concientizar sobre la importancia de cuidar el medio ambiente. Como cada pieza de Swarovski, Siku demandó 2 años de trabajo, desde el primer boceto de Anton hasta su concreción final.Un mínimo error en el tallado invalida todo esfuerzo anterior:tan complejo y sutil es el diseño de estos pequeños milagros de cristal. En el caso de Siku, por ejemplo, el material se facetó de forma irregular para transmitir a la perfección la sensación de movimiento de la osa y los ositos.
Siku fue diseñada como pieza ícono exclusiva para los miembros de la Sociedad del Cristal Swarovski, club que cuenta con más de 360000 devotos alrededor del mundo. Para firmar la pieza a los socios argentinos, tras pasar por México y Brasil, llegó al país Anton Hirzinger, el hombre capaz de tallar la luz. El hombre que creció viendo a su padre y a su abuelo trabajar el cristal y hoy, en algún lugar del mundo-tal vez Florencia, la ciudad que más lo inspira- ya sueña las maravillas con que nos deslumbrará en los próximos años.






viernes, 10 de junio de 2011

Identidad

Siempre me llamó la atención la forma en que Billie Holiday canta I'm a Fool to Want you. La grabó, dicen, con lágrimas en los ojos. Pero aún sin conocer el detalle, conmueve hasta el alma el curioso divorcio entre la ampulosa orquesta hollywoodense, con su promesa de vino y rosas, y la voz de Lady Day, pequeña, íntima, desgarrada. La música insiste en que el mundo es un lugar maravilloso, la voz se obstina en exponer su corazón partido. La versión de Billie de I'm a Fool to Want You no es la mejor. Pero es la inolvidable.
Casi no hay imágenes de Billie Holiday en las que no se la vea con un tocado de gardenias blancas. Durante mucho tiempo pensé que era una moda de la época, pero no hay ninguna foto de, por caso, Ella Fitzgerald o Sarah Vaughan adornadas con flores. Las gardenias blancas eran el sello distintivo de Billie Holiday. Sólo suyo. Flores pequeñas, dulces, blancas, delicadas. Jóvenes e inocentes. Lady Day jamás fue joven: a los 10 años ya había sufrido una violación, a los 12 ya había sido prostituta, a los 14 ya había abortado al hijo que pasaría el resto de su vida añorando.
No es sólo un color de pelo, una forma de vestirse. Unos labios rojos. No es sólo frivolidad. Son marcas personales. Son sellos de identidad.

 

Made by Lena