Confirmación oficial: es un vicio

El 11 de marzo Sanclair invitó a un grupo de bloggers (quien escribe entre ellas) a conocer su nuevo producto estrella, las toallitas quitaesmalte libres de acetona. En el encuentro hubo además canilla libre de esmaltes Rimmel para demostrar de primera mano (o uña) la eficacia del producto. Estas toallitas habían despertado ciertas sospechas entre las beauty bloggers (compartidas por mí) por lo que me alegré mucho de poder probarlas. Son mi nuevo vicio. ¿Que cuáles eran las dudas? Veamos: duda nº1, eficacia: retiran por completo cualquier tipo y color de esmalte, sin dejar rastros. Al retirarlas de su envase parecen estar secas, pero luego comienzan a exudar un aceite que retira el esmalte por completo, sin dejar residuos en las manos, aunque conviene frotarse las manos antes de agarrar cosas (si no les queda el mouse todo pegajoso, yo sé por qué se los digo). Con los esmaltes oscuros hay que frotar con ganas y tener un poco de paciencia, pero que se van, se van. Una toallita alcanza para las 2 manos en caso de esmaltes claros. Caso contrario, se necesitan 2.Duda nº 2, estado posterior del uñaje y aledaños: lejos de la sequedad desértica que el quitaesmalte convencional suele obsequiarnos, las toallitas Sanclair dejan las uñas, si no más humectadas, por lo menos en el estado en que las encontraron. Duda nº 3, aroma: en la Argentina solo se comercializará la variedad con aroma a rosas. Yo francamente no le encuentro mucho aroma a esta bonita flor, pero lo importante es que están 100% libres del penetrante y enojoso olor de la acetona, por lo que se pueden usar en los transportes públicos sin temor al linchamiento. Nota de color: la línea incluye presentaciones con aroma a vainilla y naranja, pero durante los testeos la consumidora argentina promedio se inclinó abrumadoramente por la versión de rosas. Yo, a contramano con el universo como suelo, hubiese elegido sin dudar la variante vainillesca, y en vez de intoxicar a mis compañeros de tren con acetona los hubiese empalagado dulcemente. Pero bueno, así es la vida.
Las toallitas quitaesmalte Sanclair se consiguen en presentación de 24 unidades en farmacias, tiendas Falabella (donde por estos días hay promotoras obsequiando envases de 2 unidades), peluquerías y perfumerías a un precio que ronda los $19. Mucho menos económico, es cierto, que un quitaesmalte líquido, que por $7 ya se viene a casa con nosotras, pero no se puede llevar en la cartera sin riesgo de debacle, deja las uñas como la Puna de Atacama y nos mancha de rojo los dedos(las chicas retro glam sólo usamos esmalte rojo), cosa que con las toallitas no sucede.
¿Ustedes las probaron? ¿Qué opinan?

¡Gracias Catalina (Dilucca PR) por invitarme a conocerlas y feliz fin de semana larguísimo para tod@s!

Nos vemos