Belleza Retro (si me viera mi abuela...)

¿Cómo están? No, no me fui de vacaciones yo, sino mi línea telefónica y con ella, mi ADSL ¡Grrr! Así que aquí me tienen, subiendo la primera entrada del año en máquinas ajenas. Pero como lo prometido es deuda, no las hago esperar más para revelarles cual fue mi mayor descubrimiento en materia de belleza durante el recién despedido 2009. Suenen trompetas para...






Creo que yo me merezco un premio de belleza 2009 también: blogger que llega a niveles de heroísmo en el testeo de productos. Porque cuando era chica, mi abuela me contaba historias horripilantes sobre el aceite de hígado de bacalao, menjunje espantoso que la obligaban a tomar para que creciera sana y fuerte. Y yo lo probé igual, para contarle a todas uds. si verdaderamente, como leí ya varias veces, tenía efectos maravillosos sobre la piel. ¿Resultados? Primera sorpresa, no es asqueroso en absoluto. Supongo que la industria noruega ha evolucionado con los años. No es asqueroso si no odian el pescado, claro, porque evidentemente, tiene un regusto a este animalito. Tal vez lo más molesto sea tragarlo, dada su consistencia aceitosa, pero tampoco es impasable ni mucho menos, y además se consigue en versión cápsulas de gelatina. Puede tomarse una cucharada sopera en ayunas, seguida inmediatamente de un desayuno bien provisto, o una cucharadita de té con el almuerzo y otra con la cena, o una cápsula con alguna de estas dos comidas. ¿Y qué ocurre si una se arma de valor y lo hace? Que en nada de tiempo-tal vez 3 días-la piel comienza a transformarse. Tal como comenté por allí, el efecto es el mismo que el que logra Génifique, el hiperpromocionado y carísimo prodigio de Lancôme: poros cerrados, suavidad, luminosidad extrema, y una textura pareja como, en mi caso, no había vuelto a tener desde los 13 años (salvo el intervalo Génifique je je). El secreto está en la alta concentración de vitaminas A y D del producto, que además cuidan nuestro corazoncito y evitan el colesterol. Aunque justamente por esta alta concentración, hay que tomar algunas precauciones: no ingerirlo durante el embarazo (sorry Fruti) o la lactancia, y suspenderlo si nos vamos de vacaciones, ya que nuestro cuerpo produce naturalmente vitamina D al exponerse al sol y podemos sufrir una hipervitaminosis. Yo ya no puedo vivir sin él. Ustedes, ¿Se animan?

Besos!

PD 1: si prefieren las cápsulas, tengan en cuenta que el nombre en inglés del producto es cod liver oil, ya que casi todos los suplementos dietarios vienen de EE.UU.

PD 2: espero estar de vuelta pronto leyéndolas y comentándolas. Gracias a todas y especialmente a Veroz, a quien le agradezco aquí su comentario ya que no tiene página propia. A mí me encanta hacer este blog y que además, les guste a ustedes me pone tremendamente feliz. (qué sentimental estoy últimamente).
Ahora sí,

¡Nos leemos!