El aroma del amor

Llegó la primavera (o algo así, en Buenos Aires) y Amor Amor, la fragancia más exitosa de Cacharel estrenó ropa nueva para la ocasión. Yo no la había probado con su visual anterior, ni tampoco en su versión Temptation. Pero como habrán notado, Amor Amor es la forma en que esta blogger titula las reseñas de productos con los que le gustaría formalizar unión civil, así que, ¿cómo me iba a negar a conocerla?
Gracias a la adorable Laura Petroni, gerente de marketing interactivo de L'oreal, el encuentro finalmente se produjo. Y así pude enterarme también de que Amor Amor se propone, ambiciosamente, condensar el espíritu de un amor explosivo, joven, colorido y apasionado. Por eso su envase es una granada, con su promesa de un estallido de sensaciones. Pero una granada de color rojo. Rojo pasión, rojo sangre, rojo sensual, rojo primer beso.
Esperaba yo entonces un perfume burbujeante,divertido y efervescente. Pero Amor Amor, grata sorpresa, es además de todo eso una fragancia de las que yo denomino sólidas. Sí, ya sé, mis categorías no son muy ortodoxas, que no soy experta en perfumes (perfumes licorosos es otra) pero remiten directamente a las sensaciones que me producen. Con sólido me refiero a que
Amor Amor es una fragancia con presencia, con espíritu pero también con cuerpo. No es leve como podría esperarse de un Eau de Toilette, como no son leves los primeros amores, una de las cosas más serias que existen...
Confieso que a mi entender, en la actualidad hay demasiados lanzamientos de perfume. Y que la mayoría de las nuevas fragancias carecen de toda personalidad como lo que son, productos fabricados en serie. Pero Amor Amor está saliendo de casa conmigo todas las mañanas. Sólo por haber logrado capturar en su pequeña granada roja algo del momento en que los amores son eternos. Aunque después duren una semana.

¿Ustedes la probaron?